sábado, 13 de diciembre de 2008

La debilidad esta en la mente. (El formidable caso del Señor C)


Uno de las más duros golpes a la soberbia humana fué sin duda "El origen de las especies" de Charles Darwin. En donde magistralmente se explica que, si un individuo tiene una característica que lo haga adaptarse mejor al medio que lo rodea; éste tendrá mayores probabilidades de sobrevivir en ese medio y heredarlo a sus descendientes.
En el caso del homo sapiens, nuestra inteligencia ha sido la mayor adaptación al medio que ha existido y eso nos coloca en una pocisión que mucho biólogos considerarían como una plaga; pero eso es otra historia.

Ya dentro de la sociedad, las mismas leyes Darwinianas se aplican; no importa si uno es diabético o débil físicamente, si se tienen habilidades sociales se puede tener éxito.

He tenido el placer de conocer a un personaje que nombraré como el Señor C.

Trabajé con él durante 4 años, tiene aprox 60 años de edad aunque oficialmente es de cincuenta y tantos, en su juventud realizó un viaje a centroamérica, me contó miles anécdotas que bien podrían ser fantásticas pero yo las tomo como realidad; trabajó en un barco como cocinero, como profesor de biología particular de preparatoria, como químico analista, cada año va al mar a pescar, aficionado al son cubanoa y a la lectura, que tenía que invertir 6 horas diarias tan solo para desplazarse del trabajo a su casa y visceversa.

Chicharachero cuya debilidad ha sido tanto la cerveza como las mujeres; muchas veces a sido ventajoso, dice mentiras, y hace trampa cuando lo considera oportuno, siempre me ha hecho pensar como alguien tan culto podía comportarse de manera tan vulgar. Una idea que de solo recordarla me divierte muchísimo.

Pues el Señor C para mí, aunado a que siento una gran admiración por él, me parece como un personaje salido de cualquier historia de Gabriel García Marquez, como un José Arcadio Buendía o un Florentino Ariza de la vida real. Un perfecto ejemplo de la adaptación al medio social que vivimos y que nos cuesta a algunos tanto trabajo sobrellevar.

Ahora que el Señor C tiene su negocio propio, que tiene que estar más tiempo en su casa, me platica que hasta se siente mal. Mi explicación es que siendo él un hambriento de la vida, por este momento tiene que estar a dieta; pero sé que solo será temporal.

Este hombre me convence que es gran parte una cuestión mental, el querer hacer las cosas, obtener el impulso para obtener algo y que se puede lograr algo si uno no le teme a las situaciones. Porque he de mencionar que durante muchos años el Señor C ha tenido que vivir en muletas por carecer de una pierna y eso le ha costado varios motes por parte de sus amigos (porque enemigos no le conocí ninguno) pero él esta tan bien adaptado al medio que hasta tiene el descaro de burlarse de sí mismo y tener la autosuficiencia de conducirse sin quejarse en ningún momento de su condición porque no vive de la lástima de nadie. Solo recuerdo las limitaciones físicas que tiene para convencerme que todo es cuestión de la actitud.

Un saludo y un abrazo para el señor C, a quien no me cansaré de pedirle que algún día escriba las memorias de sus aventuras y más gente disfrute de sus experiencias como a mí me hizo disfrutarlas con su charla.

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