miércoles, 8 de octubre de 2008

Teología para ateos

En uno de sus discursos Albert Einstein comenzó diciendo "Dios no juega a los dados". Uso esta frase como inicio para echar abajo el principio de incertidumbre que marca, entre otras cosas, que la naturaleza se comporta de manera aleatoria en base a la probabilidad. No lo logró.

Lejos de querer utilizar esta misma frase para una explicación científica; estoy de acuerdo con él pero en el sentido de la vida. Dentro de mi concepto de lo que es Dios y suponiendo que es alguien que "sabe lo que hace" me hace pensar que nunca deja que las cosas sucedan nada más porque sí. Los acontecimientos parecen ocurrir en el momento preciso en el que deben de ocurrir. Como por ejemplo una amiga que estuvos varios meses buscando un nuevo lugar para vivir y casi por producto de la casualidad encontró el lugar ideal, o aquella en donde estuve a punto de renunciar a un trabajo, sucede algo que lo convierte en el lugar en donde he estado mayor tiempo y me ha dado muchas satisfacciones, o cuando una sola llamada telefónica fué la diferencia entre la primera cita con mi ahora esposa(y con ella es solo un pequeño ejemplo, de esas casualidades hay muchas más). Tan solo esta última semana, en principio entristecí porque ya no veré con la misma frecuencia a mis compañeros de trabajo, al grado de no haber podido decirles unas palabras de despedida (me odio por eso), pero hoy también recibí la noticia de que volvía una persona muy importante en mi vida que pensé que iba a pasa mucho tiempo para volverla a ver. No pude recibir esta noticia en mejor momento. ¡Al diablo el principio de incertidumbre!

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